El conocimiento del mundo que adquirimos con la experiencia queda almacenado en nuestra memoria semántica. La forma en que se guarda esta información es denominada por algunos modelos teóricos "representaciones mentales". Las mismas contienen información acerca de las propiedades definidoras de los objetos que conocemos, así como acerca de su vinculación con su contexto y las asociaciones que hemos establecido con otros conceptos.